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Cáncer de Mama: Cuando el cuidado se convierte en poder

  • Foto del escritor: Eliana Campo
    Eliana Campo
  • 16 oct
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 17 oct


Cáncer de Mama: Cuando el cuidado se convierte en poder

Octubre nos recuerda cada año la importancia de hablar sobre la prevención del cáncer de mama, pero más allá de un mes simbólico, este es un compromiso diario con nosotras mismas.


Cuidar nuestro cuerpo no solo significa acudir a chequeos médicos o realizar autoexámenes, también implica abrazar un estilo de vida en equilibrio con nuestras emociones y hábitos.


Este mensaje lo comparto no solo desde el conocimiento, sino también desde mi propia experiencia de vida, un recorrido que me enseñó que la verdadera prevención y sanación van más allá del cuerpo, que nacen en el corazón, en la forma como gestionamos nuestras emociones y en la manera en que elegimos cuidarnos día tras día.


El autoexamen de mama sigue siendo la principal herramienta, un gesto sencillo con nuestras propias manos, que nos recuerda que conocernos puede salvarnos la vida.


No siempre las masas que palpamos en nuestros senos son cáncer; de hecho, el 80% son benignas. Esto no sugiere olvidarnos de asistir periódicamente a la visita de control con un profesional de la salud, para que, dependiendo de tu contexto clínico, realices los exámenes indicados que te permitan detectar de manera temprana cualquier alteración.


Pero la prevención no se limita al diagnóstico. Se fortalece cada día en nuestras elecciones:


  • Alimentación consciente: rica en frutas, verduras, fibra, evitando ultraprocesados y azúcares refinados.

  • Movimiento corporal: ejercicio moderado y constante, no solo para fortalecer el cuerpo, sino también para liberar el estrés acumulado.

  • Descanso reparador: dormir lo suficiente para que nuestro organismo se regenere y nuestro sistema inmunológico se mantenga fuerte.


La armonía emocional como medicina preventiva para el cáncer de mama


Diversos estudios han demostrado la conexión entre el estrés crónico y las enfermedades. El cáncer de mama no es ajeno a esta relación.


Por eso, aprender a gestionar nuestras emociones, pedir ayuda cuando lo necesitamos y rodearnos de vínculos que nos fortalezcan es tan valioso como una buena alimentación o el ejercicio.


Escuchar nuestro cuerpo, regalarnos pausas conscientes y elegir prácticas de bienestar como la meditación, el yoga o caminar en la naturaleza es una forma de recuperar el equilibrio y de abrazar la vida con más serenidad.


A la vez, cultivar relaciones positivas y elegir invertir la energía en personas que suman, como la familia, amistades y comunidad, puede marcar la diferencia en los momentos difíciles. Las prácticas de bienestar como la meditación, el yoga, la escritura o simplemente caminar en la naturaleza ayudan a mantener el equilibrio interior y fortalecen nuestra capacidad para afrontar la vida con mayor serenidad.


La prevención del cáncer de mama es una invitación a vivir en coherencia con lo que sentimos y hacemos. No se trata de eliminar todos los riesgos, sino de potenciar lo que sí está en nuestras manos.


Elegir hábitos saludables, mantener controles médicos regulares y cultivar emociones que nos fortalezcan.


Porque la salud integral no se limita a la ausencia de enfermedad, sino al arte de vivir en plenitud, con el cuerpo como templo y las emociones como aliadas.


Hoy te invito a regalarte un instante de amor propio, escucha tus emociones y honra tu vida desde la gratitud.


Eliana Campo

Gerente General de Superbien Medicina Laboral

Coach de Vida y Nutrición

Autora del libro “Cinco Poderes para Sanar”, un recorrido para sanar más allá del cuerpo.

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